Dónde comprar réplicas en Estambul (nuestra experiencia)

Una de las cosas que más ilusión les hacía a mis hijas era ir de compras en Estambul, especialmente buscando réplicas de ropa, bolsos y zapatillas de marca. Como madre, confieso que iba con cierta cautela, pero también con curiosidad. Aquí va nuestra experiencia, que seguro te será útil si tú o tus hijos queréis lanzaros a esta «aventura de regateo».

El Gran Bazar: bonito, pero caro

El Gran Bazar es uno de esos lugares que hay que ver al menos una vez en la vida. Es un laberinto colorido, con techos decorados, miles de tiendas y un ambiente único. Sin embargo, para ser sinceras: fue donde menos compramos.

Los precios estaban muy inflados, especialmente en las tiendas de réplicas. Unas zapatillas deportivas «de marca» que nos ofrecían allí por más de 40 euros, la encontramos a 16 eur en otro sitio. Además, el regateo allí se siente más forzado. Nos costaba muchísimo bajar los precios y los vendedores son expertos y tu un turista.

Regatear: nuestra asignatura pendiente

Aunque habíamos leído muchos consejos, regatear no es fácil. Requiere paciencia, saber irte cuando toca, y sobre todo, no mostrar demasiado entusiasmo. Y claro, cuando una de tus hijas se enamora de unas zapatillas… ¡difícil no sonreír! Eso sí, aprendimos rápido y al segundo día ya negociábamos mejor.

La sorpresa: calles aledañas al Gran Bazar

Lo mejor que hicimos fue alejarnos unas cuantas calles del Gran Bazar. En los alrededores, especialmente hacia el barrio de Mercan o en las callejuelas detrás del bazar, encontramos tiendas con réplicas de buena calidad, más variedad y precios mucho más razonables.

También, en las callejuelas que bajan hacia el Mercado Egipcio o Mercado de las Especias, hay multitud de tiendas con productos similares. Vale la pena mirarlos con atención: aunque no todos son exactamente iguales, la calidad es bastante parecida y los precios son mucho más bajos. Nosotros compramos unas zapatillas, un bolso y un par de cinturones de piel a un precio realmente económico.

Allí los vendedores eran menos insistentes, el ambiente más relajado y el regateo más natural. No te sorprendas si, al preguntar por un producto o una talla específica, los comerciantes no lo tienen expuesto y te invitan a seguirlos al interior de la tienda. A veces te llevan a un bloque de lonjas o incluso a un primer piso dentro de un centro comercial algo antiguo. Es verdad que, al principio, yendo con mi marido, dudamos un poco, pero la experiencia fue muy buena. Fueron muy amables en todo momento y no hay ningún riesgo.

Consejo final:

Ve al Gran Bazar para disfrutarlo como experiencia visual, pero si quieres comprar réplicas o hacer buenas compras, explora más allá. Y sobre todo, no te frustres si el regateo no es lo tuyo: con una sonrisa, educación y algo de paciencia, seguro acabas encontrando lo que buscas… ¡a buen precio!

Eso sí, deja algo de espacio en la maleta, porque es casi imposible volver de Estambul sin alguna compra sorpresa.

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