El Camí de Cavalls es uno de los grandes tesoros de Menorca. Un sendero histórico que recorre toda la isla por la costa y que ofrece algunas de las vistas más espectaculares del Mediterráneo. Si viajas a Menorca con adolescentes, esta es una de las mejores formas de moverse, descubrir calas escondidas y conectar con la naturaleza sin necesidad de ser un experto senderista.
En este post te contamos qué tramos puedes hacer fácilmente desde Cala Galdana, cuánto se tarda, qué necesitas llevar y por qué es un planazo también para adolescentes.
Qué es el Camí de Cavalls y por qué es especial
El Camí de Cavalls (Camino de Caballos) es un antiguo sendero de vigilancia que rodea Menorca por completo, con más de 180 kilómetros divididos en 20 etapas. Hoy está perfectamente señalizado y es accesible para caminantes de todos los niveles.
Desde Cala Galdana, se pueden hacer dos tramos sencillos pero espectaculares, ambos ideales para una excursión de medio día.
Ruta 1: De Cala Galdana a Cala Mitjana
Distancia:
2 km (ida)
Duración:
25–30 minutos
Nivel:
Fácil
Tipo de sendero:
Bosque mediterráneo, sombra, vistas al mar
Este camino sale desde el extremo derecho de la playa de Cala Galdana (mirando al mar). Está muy bien señalizado, transcurre en su mayoría entre pinos y encinas, y tiene un par de miradores intermedios que te dejarán con la boca abierta.
Antes de llegar a Cala Mitjana hay un pequeño desvío hacia los miradores de Sa Punta, desde donde se ve toda la bahía de Cala Galdana y el mar abierto. Merece la pena subir (son 10 minutos extra) sobre todo al atardecer.
Cala Mitjana es amplia, preciosa, con agua turquesa y arena fina. Ideal para darse un baño, hacer snorkel o simplemente relajarse. Si vais temprano, incluso podréis estar casi solos.
Ruta 2: De Cala Galdana a Cala Macarella (y Macarelleta)
Distancia:
3,5 km (solo ida)
Duración:
1 hora – 1h15
Nivel:
Medio (por la duración y algunos tramos más empinados)
Tipo de sendero:
Acantilado, bosque, miradores al mar
Este tramo es más exigente, pero también más impresionante. Desde Cala Galdana, el camino asciende suavemente entre bosque mediterráneo hasta bordear varios acantilados con vistas espectaculares.
Hay varios miradores naturales durante el trayecto, perfectos para parar a hacer fotos o beber agua. Una vez en Macarella, podéis bajar hasta la arena y descansar. Si tenéis ganas, podéis continuar hasta Macarelleta, bajando por unas escaleras talladas en la roca. Es una cala más pequeña, escondida, muy especial.
Consejo Vidaia: Lleva agua, fruta o frutos secos, y una gorra. No hay sombra constante y en verano el calor aprieta.
Qué llevar para caminar por el Camí de Cavalls
- Zapatillas cerradas (nada de chanclas)
- Mochila ligera
- Protección solar y gorra
- Agua abundante
- Snacks o fruta
- Toalla pequeña o pareo (si os queréis bañar)
Para adolescentes acostumbrados a caminar, es un plan activo y distinto que se sale del típico día de playa. Les gusta porque hay aventura, naturaleza y posibilidad de llegar a calas “secretas” a las que no todo el mundo accede.
Miradores en el Camí de Cavalls: vistas que valen el paseo
Tanto en la ruta a Cala Mitjana como en la de Macarella hay miradores espectaculares:
- Mirador de Sa Punta: vistas sobre Cala Galdana. Genial para la puesta de sol.
- Miradores hacia el sur (en la ruta a Macarella): acantilados y mar abierto. Son un premio natural que vale la caminata.
¿Es seguro hacer estas rutas con adolescentes?
Sí. Las rutas están muy bien acondicionadas y señalizadas. Solo hay que tener precaución en los tramos con desnivel o si el terreno está seco y resbaladizo. Para adolescentes con algo de costumbre de caminar, es totalmente recomendable. Y si se cansan, siempre podéis regresar con calma. Lo bueno es que no hace falta llegar hasta el final para disfrutar del entorno.
Si quieres conocer todas las etapas del sendero, puedes consultar el recorrido completo en la web oficial del Camí de Cavalls, con mapas y descripciones detalladas.
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Conclusión: naturaleza, vistas y calas con alma
El Camí de Cavalls es más que un sendero. Es una forma de ver Menorca desde otro ángulo, de moverse despacio, de sentir el paisaje. Y desde Cala Galdana tienes la suerte de poder acceder a dos de los tramos más bonitos de toda la isla. Con adolescentes, es un plan activo, sencillo, gratuito y muy gratificante. Te lo aseguro: acabarás el día con las piernas cansadas pero el corazón contento.
