Cuando tu hija te dice: “Mamá, este verano quiero hacer un Interrail con mis amigas”, una parte de ti se llena de orgullo… y otra empieza a imaginarse todos los posibles desastres. Lo viví el verano en que mi hija terminó Bachillerato. Era el momento perfecto: libertad recién estrenada, ganas de comerse el mundo… y unos padres que cruzaban los dedos desde casa.
En este post quiero compartir cómo vivimos esa experiencia, cómo organizar el interrail (o sugerirme como hacerlo) y los aprendizajes que trajo (para ella y para mí),. Tambein algunos consejos que pueden ayudarte si estás en la misma situación.
¿Por qué dejarles ir?
Aunque dé vértigo, un viaje sin padres es una escuela de vida. En esos días aprenden a:
- Tomar decisiones por sí mismos.
- Resolver imprevistos (y asumir errores).
- Gestionar su dinero, su tiempo y su energía.
- Confiar en los demás y también en sí mismos.
Y nosotras, como madres, aprendemos a soltar. A confiar. A aceptar que crecen. Y que eso también es el viaje.

Cómo organizar un interrail (y que tu hija te escuche)
1. Elegir bien las etapas y el grupo
Ella quería ir con cuatro amigas, así que lo primero fue sentarnos a ver qué ciudades les llamaban la atención… y cuáles eran factibles. Las ayudé a buscar rutas equilibradas, con días de descanso y no solo grandes capitales. Metimos Praga, Viena, Ljubljana, algo de playa y alguna ciudad más pequeña donde dormir sin gastar demasiado.
2. Repartirse responsabilidades
Una idea que funcionó muy bien fue que cada una de las amigas se encargara de buscar el alojamiento en una de las ciudades. Así todas participaban en cómo organizar el interrail y se hacían responsables. También les dio una sensación de autonomía muy útil para el viaje.
3. Reservas estratégicas
Aunque el espíritu Interrail es la libertad, les animé a reservar al menos los alojamientos y los trenes más largos. Eso les dio seguridad… y a mí algo de paz mental. Ten en cuanta que todos lo jóvenes escogen las mismas fechas para ese viaje,.. y los sitios mas atractivos se reservan con mucha antelación. alguna entrada a algún mueso (no mucho, claro) y los alojamientos yo los llevaría reservados si o si.
Organizar un interrail con tu hija requiere mucha antelación. Si se puede claro.

4. Tema alojamiento: mirar más allá del precio
Algo muy importante, sobre todo si viajan solo chicas: es organizar bien y revisar bien el tipo de habitación. Muchos hostels ofrecen habitaciones compartidas mixtas por defecto. En su caso, al ser cinco chicas, buscaban siempre habitación femenina, y si era posible, privada. Es algo que hay que comprobar en la reserva, porque no siempre es obvio.
A la hoa de organizar el interrail con tu hijo, es también es esencial leer la letra pequeña: en algunos países no aceptan a menores de 18 años en ciertos alojamientos, aunque vayan acompañados de un amigo/a que si tiene 18. Nuestra hija ya había cumplido los 18 en febrero, pero varias de sus amigas aún no. Tuvimos que descartar algunos hostels donde requerían mayoría de edad de todo el grupo. Siempre conviene comprobar bien la política de edad del alojamiento.
5. Documentación y cosas legales
Aunque se muevan por Europa, deben llevar DNI en vigor (algunas fronteras siguen pidiéndolo) y tarjeta sanitaria europea. También llevaban copia impresa del seguro de viaje y una autorización firmada por los padres para las menores de edad, por si fuera necesaria en algún control o situación médica. No siempre se pide, pero mejor prevenir.
6. Herramientas digitales
Se descargaron apps útiles como Maps.me, Booking y Uber (muy práctico cuando el alojamiento estaba lejos de la estación de tren o llegaban tarde). También llevaban las rutas de tren sincronizadas y sabían que algunos trayectos había que reservarlos con unas horas de antelación, especialmente en países como Austria o República Checa.

7. Hacer un presupuesto realista
Calculamos cuánto podrían gastar al día, incluyendo comida, transporte, entradas y algún capricho. Ella llevaba un presupuesto en una app, y tenía una tarjeta recargable tipo Revolut para controlar mejor los gastos.
8. Preparar lo emocional, no solo la mochila
Hablamos de qué hacer si una amiga se pone pesada, si una ciudad les decepciona, si se sienten solas o inseguras. Y también de cómo cuidarse entre ellas, que para mis es lo mas importante,. estar en grupo y NUNCA NUNCA dejar a una sola, aunque no quiera salir ese día o quiera volverse al hotel antes.. Además es importante recordarles cómo decir que no, cómo pedir ayuda si algo se complica. Y que te llamen si algo sucede (aunque estemos lejos)
Más que consejos, intenté dejarle herramientas.
También les insistimos cuando estában organizando el interrail en que hablasen claramente entre ellas antes de llegar a cada ciudad: qué querían visitar, si iban a salir por la noche, si iban a dividirse en algún momento… Esas pequeñas conversaciones evitaban muchos malentendidos y mejoraban mucho la convivencia.

Consejos que daría a otras madres cuyos hijos estén organizando su interrail
- Confía en lo que has sembrado. No van a hacerlo todo perfecto, pero sí tienen mucho más criterio del que creemos.
- Dales recursos, no control. No necesitan que les organices todo, pero sí que les facilites mapas offline, apps útiles, seguros, ideas de seguridad básica.
- Pacta una forma de comunicación realista. Nosotros acordamos que me escribiría una vez al día si todo iba bien. Si no había mensaje, no era problema. Eso nos evitó agobios innecesarios.
- Respeta su espacio. No hace falta saberlo todo. Ellos también necesitan tener experiencias propias y contarlas a su manera… si quieren.
- Revisad juntas bien los alojamientos. Especialmente si viajan chicas jóvenes: tipo de habitación, ubicación, normas de edad. No es ser sobreprotectora, es ser previsora.
- Fomentad la organización compartida. Repartir tareas y decisiones entre todas les da confianza, autonomía y sentido de grupo.
El viaje fue suyo. Pero también mío.
Cuando volvió, noté algo diferente en su mirada. Más segura. Más libre. Había dormido en albergues incómodos, se había perdido en estaciones, había discutido con sus amigas y había comido pasta tres días seguidos. Pero lo había hecho sola. Y estaba feliz.
Y yo, al otro lado, también había crecido. Había aprendido a dejarla volar, y a confiar en que volvería con nuevas alas. ¿lo has vivido tu ? ¿Cómo fue vuestra experiencia ala hora de organizar el interail?