Curiosidades de un safari en Tanzania por primera vez: lo que nadie te cuenta

Hacer un safari en Tanzania es mucho más que ver animales salvajes. Es sumergirte en una experiencia que mezcla aventura, silencio, sorpresas y momentos que te conectan con la naturaleza. Si es tu primera vez, hay cosas que quizás no te esperas. Aquí te cuento algunas curiosidades de un safari, y especial las que vivimos y que hacen que este viaje sea inolvidable.

Dormir en plena naturaleza (y no salir de la tienda por la noche)

Si te alojas dentro de los parques nacionales, prepárate para vivir una experiencia única. Dormirás en tiendas de campaña de lujo, con baño privado, agua caliente (gracias a la energía solar), electricidad, cama cómoda y hasta un pequeño porche.

Eso sí: una de las mayores curiosidades de un safari es que por la noche no puedes salir de la tienda, porque los animales están cerca. Si necesitas algo, usas un walkie-talkie para avisar al personal, que siempre está disponible. Puede dar un poco de respeto al principio, pero te acostumbras rápido… y se vuelve emocionante.

Durante el día, los animales tienden a mantenerse lejos del campamento, ya que los ruidos humanos los ahuyentan. Pero por la noche, todo cambia. Empiezas a oír ruidos —pisadas, rugidos, relinchos— y aunque no sabes exactamente dónde están, no es preocupante: es hermoso. Te duermes sintiendo que formas parte del paisaje.

Comer bajo un árbol en mitad de la sabana

En medio del safari, es muy común parar el jeep, abrir una neverita y las cajas del picnic que han preparado en el alojamiento y comer bajo un árbol, mientras esperas si una manada cruza el río o algún animal aparece a lo lejos. Es como estar en una película, pero en primer plano.

Los jeeps no molestan a los animales (pero no te bajes)

Una de las mas interesantes curiosidades de un safari es que los animales no ven a los jeeps como una amenaza. Para ellos, es simplemente otra criatura más de la sabana. Eso permite acercarse mucho y observar sin interferir. Pero es muy importante: no está permitido bajarse del vehículo, excepto en puntos señalizados. Por respeto a estos mismos animales, los jeep no pueden salir de los caminos que se van haciendo con su paso… ni encender las luces o hacer un safari nocturno (al menos en Tanzania).

Y hablando de eso: si necesitas ir al baño durante el safari, no te preocupes. En las entradas y salidas de los parques hay puestos de control con baños limpios y preparados para los visitantes.

Safari a pie (sí, pero con guía y escopeta)

En algunos parques, como Arusha o partes de Tarangire, se pueden hacer safaris a pie, siempre acompañados por un ranger armado. No porque vayas a encontrarte con leones, sino porque algún búfalo mayor o elefante puede aparecer despistado. El arma es solo por seguridad. Caminar por la sabana, sintiendo cada sonido, es una experiencia muy distinta a ir en coche, mucho más silenciosa y emocionante.

¿Y si hay animales cerca del campamento?

Pasa más de lo que imaginas. Elefantes, cebras, hienas o incluso leones pueden acercarse al campamento durante la noche. Pero todo está pensado para que sea seguro. Hay vigilantes que patrullan, las tiendas están bien ubicadas y el personal sabe cómo actuar. A ti solo te toca escuchar, emocionarte… y no salir. Esta es una de las curiosidades de un safari, que es importante que la cumplas!!!

A veces no hay wifi (y eso es maravilloso)

No en todos los alojamientos hay conexión a internet, y si la hay, puede ser lenta o intermitente. Y la verdad… es una bendición. Estar desconectado del mundo digital, aunque sea por unos días, te permite vivir el momento, mirar más el paisaje que la pantalla, y tener conversaciones con tus hijos. Hay algo mágico en estar “fuera del mapa” por un rato.

Visitar una aldea masái: conocer más allá del estereotipo

Para muchos adultos, los masái evocan imágenes románticas, casi míticas, inspiradas por películas como Memorias de África. Valor, lealtad, conexión con la tierra… Y sí, hay algo de eso. Pero también hay una realidad más compleja: muchos niños no van a la escuela, hay poco acceso a salud y educación, y su estilo de vida está poco adaptado a los desafíos del mundo moderno.

Aun así, si tienes la suerte de visitar una aldea real, no turística, es una experiencia muy enriquecedora. Puedes ver cómo viven, cómo se organizan, qué comen, cómo educan a sus hijos. Saldrás con muchas preguntas, con admiración y con respeto. Y también con gratitud por lo que aprendes al estar allí.

Un viaje que te transforma

Hacer un safari en Tanzania no es solo ver animales. Es volver al origen. Es reencontrarte con la naturaleza, aprender de otras culturas, y descubrir que a veces menos es más, que el silencio tiene valor, y que lo simple también puede ser extraordinario.

Preguntas frecuentes sobre hacer un safari en Tanzania

¿Es seguro dormir dentro de los parques nacionales?

Sí. Los alojamientos están preparados y cuentan con personal de seguridad y comunicación constante. Es parte de la experiencia.

¿Hay wifi durante el safari?

En algunos alojamientos sí, pero no siempre. Lo bueno es que desconectar también forma parte del viaje.

¿Puedo ver animales de cerca?

si, totalmente. Los jeeps permiten acercarse mucho sin molestar a los animales. Pero no está permitido bajarse fuera de zonas habilitadas.

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