Organizar un safari en África siempre suena a aventura, pero cuando viajas con hijos adolescentes, la elección del safari tiene que ir mucho más allá de ver animales. Hay que pensar en el ritmo, el tipo de alojamiento, la seguridad y —sí, lo admitimos— cómo mantener su interés más allá de las primeras jirafas. cada tipo de safari tiene sus ventajas e inconvenientes… y aquí esperamos aclararte un poco
Después de nuestra experiencia en Tanzania el verano pasado, aquí te compartimos todo lo que aprendimos y lo que nos funcionó para elegir el safari perfecto para nuestra familia. Si quieres conocer como fue nuestro viaje, día a día, te dejo aquí el enlace al post. Diario de un safari en Tanzania
1. Safari privado o en grupo: ¿cuál es mejor para familias?
Una de las primeras decisiones importantes al planear los tipos de safari es elegir entre uno privado o uno en grupo organizado. Obviamente el de grupo tiene un precio más asequible, no hay duda, pero por ser «una vez en la vida» nos decidimos por un safari privado, y fue, sin duda, un gran acierto. Contar con un guía exclusivo nos dio libertad para manejar nuestros propios horarios (sí, incluso cuando alguna quería dormir 20 minutos más) y permitió que cada parada se adaptara a nuestro ritmo.
Una ventaja clave del safari privado fue la flexibilidad para seguir lo que realmente nos entusiasmaba. Por ejemplo, si nos emocionaba la idea de seguir a una manada de leones durante más de una hora, no había presión de otros viajeros por seguir adelante. Éramos dueños de nuestro tiempo.

Además, al principio del safari te detienes a ver todos los animales —jirafas, cebras, ñus— porque todo es nuevo y emocionante. Pero con el paso de los días, cuando ya los has visto muchas veces, valoras poder pedirle al guía que se enfoque en algo diferente: una serpiente oculta entre las rocas, un cocodrilo camuflado en el río, o rastros frescos de un leopardo.
Un safari implica muchas horas dentro del jeep, compartiendo espacio con tu guía en trayectos largos y a veces calurosos. Hacerlo con otras personas puede ser enriquecedor… pero también agotador. Tener esa experiencia solo con tu grupo hace toda la diferencia.
También te digo: si la única opción que tenéis por tema de presupuesto es un safari en grupo, no lo dudéis, seguro que la experiencia merecerá la pena
2. ¿Cuántos días es lo ideal para que no se aburran?
Aunque podríamos haber estado semanas admirando paisajes y fauna, lo cierto es que los safaris pueden ser intensos: madrugones, trayectos largos, frio por la mañana y calor a medio dia.. Nosotros hicimos un safari de 7 días con 5 parques y fue perfecto.
Para adolescentes, recomendamos entre 4 y 7 días. Menos se queda corto. Más, puede empezar a perder fuerza el efecto «¡guau!».
Si puedes, reserva el primer o el último día para visitar alguna ciudad como Arusha. No es que tenga mil cosas que ver, pero está bien para darte una vuelta, pasear un poco y ver cómo es la vida en Tanzania. La gente, los mercados, el ritmo del día a día… te da otra perspectiva, más allá del safari. Y la verdad, eso también le da un toque especial al viaje.
3. ¿Qué tipo de alojamiento es mejor para familias?
Nos alojamos en una combinación de lodges familiares y tented camps (campamentos de lujo con tiendas grandes). Todos (no solo nuestras hijas) alucinamos con dormir en mitad de la sabana con sonidos de animales por la noche, pero siempre con ducha privada, agua caliente y cama cómoda. En la elección del tipos de safari, es determinante seleccionar el alojamiento que se desea.. porque marcara la experiencia y el precio!
Busca alojamientos con:
- Habitaciones familiares (en vez de dos separadas).
- Comidas adaptadas (la mayoría son tipo buffet).
- Zonas comunes (wifi es un plus… si lo hay).
- Buenas valoraciones de seguridad.

4. La edad importa: no todos los tipos de safari aceptan niños pequeños
Ojo con esto: algunos parques o alojamientos tienen edad mínima, a veces 12 o incluso 16 años para ciertas actividades, como los safaris a pie. En nuestro caso, todos tenían más de 16 y no hubo problema, pero es algo que hay que preguntar bien a cada operador antes de reservar. En la descripción de los tipos de safari, suelen detallar este aspecto.
Y siendo sincera, no lo recomendaría con niños muy pequeños o muy inquietos. Se pasan muchas horas dentro del coche, a veces en silencio para no espantar a los animales, y hay que tener paciencia. No es un plan pensado para peques, y puede acabar siendo más estresante que divertido para todos.

5. ¿Y si no les gusta…?
Aveces con nuestros hijos la preocupación suele ser otra: ¿y si no les interesa la fauna? ¿y si prefieren estar todo el día con el móvil? A nosotros nos pasó justo lo contrario: se engancharon desde el primer día. Todo les atrapó —lo visual, lo salvaje, lo impredecible—. Ver a un guepardo cazando o una familia de elefantes cruzando el camino… no necesita filtros ni WiFi.
Además, hicimos un pequeño juego para mantener el interés: descargamos en el móvil una lista de animales que se pueden ver en safari y fuimos marcando los que íbamos encontrando. Algunos eran parte de los famosos «Cinco Grandes», pero también otros menos conocidos: flamencos, gacelas de varios tipos, hienas, buitres, los divertidos Timón y Pumba (suricatos y jabalíes)… ¡Todo eso también es parte de la aventura! Y buscar entre todos quién ve primero al animal de la lista es casi tan emocionante como el propio avistamiento.
tip: involúcralos en la preparación. Que elijan un animal que quieren ver, investiguen sobre él, y se conviertan en «expertos de la sabana».
En resumen…
Elegir bien el tipo de safari puede marcar la diferencia entre un viaje cansado y una experiencia familiar inolvidable. Con adolescentes, el equilibrio está en la variedad, la comodidad, y dejar espacio para que vivan la aventura a su manera. Te recomiendo entrar en www.safaribookings.com donde podrás comparar miles de safaris, clasificando por duración, país, zonas, tipo de alojamiento y pedir presupuesto… que es también un factor determinante a la hora de elegir !
Nosotros lo recordamos como uno de los viajes más especiales que hemos hecho juntos.
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