Viaje a Liubliana en 4 Días: Naturaleza, Cultura y Lugares Imprescindibles

Cuando nuestra hija nos confirmó que su destino para  estudiar dentro del programa Erasmus era Eslovenia, concretamente Ljubljana  admito que tuvimos que buscarlo en el mapa. Me sonaba un poco más al este de lo que está… no sabría decirte porque. Y no estaba ya Rusia para estar cerca, la verdad. Sin embargo, como seguro tú ya sabes, está debajo de Austria y encima de Croacia.. así que peligro peligro, no tenía.

Esto nos sirvió de excusa al resto de la familia  para otro viaje juntos, en esta ocasión con  la oportunidad de explorar la ciudad con una guía excepcional. Su conocimiento de la ciudad y su vida cotidiana allí nos permitió conocer lugares más allá de los circuitos turísticos tradicionales y vivir la experiencia con una perspectiva más local.

Durante nuestra estancia, intentamos combinar una estancia tranquila con ella, conocer a sus amigos, y su universidad, con un mayor conocimiento  de la ciudad y añadirle una bonita excursión al lago Bled, que es seguramente el punto más famoso de Eslovenia.  Alquilamos un coche para desplazarnos con total libertad y comodidad a los lugares más espectaculares de los alrededores. Aquí te contamos nuestro itinerario día a día, con recomendaciones para disfrutar de Liubliana y sus alrededores en familia.

Primera impresión de Liubliana

Aterrizar en Liubliana es una experiencia en sí misma. Desde la ventanilla del avión, se puede apreciar el impresionante paisaje montañoso que rodea la ciudad, con colinas verdes y picos en el horizonte que parecen sacados de una postal. Al descender, se percibe de inmediato la serenidad del lugar, con un aeropuerto pequeño pero moderno, sin el ajetreo abrumador de otras capitales europeas.

Ya en carretera, rumbo al centro, nos sorprendió la limpieza y el orden de las calles. Las carreteras están en perfecto estado y los alrededores del aeropuerto reflejan la calidad de vida del país, con casas bien cuidadas, jardines impecables y una infraestructura envidiable. Al entrar en la ciudad, la primera impresión es la de un lugar vibrante, pero al mismo tiempo relajado. A diferencia de otras capitales, Liubliana no está abarrotada de coches ni ruidos ensordecedores. Los edificios del centro muestran una arquitectura elegante, con fachadas coloridas y un diseño armonioso entre lo antiguo y lo moderno.

La calidad de vida en Eslovenia es notable. Las calles están llenas de bicicletas, el transporte público es magnifico y hay una clara conciencia ecológica en la ciudad. La gente es amable y la sensación de seguridad es total, lo que hace que explorar la ciudad sea una experiencia muy agradable. Además, se nota un nivel económico sólido en el tipo de vehículos, las tiendas y la oferta gastronómica variada, que va desde restaurantes de comida tradicional hasta opciones internacionales de calidad.

Día 1: Llegada a Liubliana y primera toma de contacto

Nuestro viaje comenzó temprano con un vuelo a las 7:35 desde Bilbao con escala en Múnich. No hay vuelos directos desde ninguna ciudad española, así que esta fue la mejor opción. Puedes también realizar el trayecto desde España a Venecia y desde ahí coger un tren hasta Liubliana. Tras una breve espera, embarcamos rumbo a Liubliana, aterrizando a las 11:55.

Nos dirigimos al Art Hotel Ljubljana, con un traslado concertado a  nuestro alojamiento durante la estancia. Se encuentra en una calle tranquila, pero a poca distancia del centro histórico, lo que lo convierte en una base ideal para explorar la ciudad a pie. Después de instalarnos y reencontrarnos con nuestra hija, salimos a dar nuestro primer paseo por la ciudad.

Comenzamos en el icónico Puente Triple, una de las estructuras más reconocibles de Liubliana, que conecta la parte medieval con la moderna. Luego nos dirigimos a la Plaza Prešeren, el corazón de la ciudad, donde se encuentra la emblemática iglesia franciscana de color rosa. Disfrutamos del ambiente relajado y caminamos junto al río Ljubljanica, donde encontramos numerosas terrazas y tiendas con encanto. La primera toma de contacto con la ciudad fue agradable, con un ritmo pausado para disfrutar de la atmósfera acogedora de la capital eslovena.

Para la cena, optamos por Gaudi&Naan, un restaurante que combina sabores mediterráneos con toques asiáticos en un ambiente acogedor y moderno. Probamos platos innovadores como naan con queso, curry de verduras y un exquisito tajine de cordero. La variedad de opciones en el menú y la calidad de los ingredientes nos sorprendió gratamente, convirtiéndose en una excelente elección para nuestra primera noche en Liubliana.

Día 2: Excursión a la Garganta de Vintgar y el Lago Bled

Para este día, decidimos comenzar la jornada con una visita a la Garganta de Vintgar, situada a unos 10 minutos en coche de Bled. Este impresionante desfiladero ofrece un sendero de pasarelas de madera que serpentea sobre el río Radovna, ofreciendo vistas espectaculares de cascadas y formaciones rocosas. La caminata es fácil y accesible para toda la familia, convirtiéndola en una experiencia ideal para conectar con la naturaleza y alejarnos del bullicio turístico.

Después de explorar la garganta, nos dirigimos al Lago Bled, uno de los destinos más emblemáticos de Eslovenia. Aparcamos cerca del lago y nos tomamos un descanso en un restaurante con terraza a orillas del agua, donde degustamos un guiso tradicional esloveno, perfecto para reponer energías tras la caminata matutina.

También visitamos el Castillo de Bled, que se alza sobre un acantilado y ofrece vistas panorámicas impresionantes. La visita al castillo es muy interesante, ya que cuenta con exposiciones sobre la historia del lugar y una bodega donde se puede degustar vino local. Antes de marcharnos, nos aseguramos de probar la famosa Bled Cream Cake en una de las cafeterías del lago.

Regresamos a Liubliana al atardecer, cansados pero maravillados por la belleza natural que habíamos descubierto. Para cenar, optamos por la pizzería Foculus, un lugar muy popular en Liubliana por su variedad de pizzas al horno de leña y su ambiente acogedor. Probamos varias especialidades, incluyendo una pizza de trufa y otra con ingredientes típicos eslovenos. La masa fina y crujiente, junto con la calidad de los ingredientes, hicieron que fuera una excelente elección para cerrar el día.

Día 3: Castillo de Liubliana y exploración de la ciudad

Dedicamos este día a profundizar en el conocimiento de Liubliana. Comenzamos con la visita al Castillo de Liubliana, al que subimos en funicular. Desde su torre se tienen vistas panorámicas inigualables de la ciudad, y las exposiciones interactivas sobre la historia eslovena son muy enriquecedoras. También recorrimos las antiguas mazmorras, una parte del castillo que resulta especialmente interesante para los niños y adolescentes.

Después de la visita, aprovechamos el resto del día para explorar otros barrios de la ciudad. Caminamos por Trubarjeva cesta, una calle llena de arte urbano, cafeterías alternativas y tiendas de diseñadores locales. También pasamos por la zona de Metelkova, un antiguo cuartel militar convertido en un centro de arte y cultura underground. Este barrio ofrece una cara completamente diferente de Liubliana, con grafitis coloridos, esculturas peculiares y una atmósfera bohemia.

Para nuestra última cena en la ciudad, decidimos cerrar el viaje con una experiencia gastronómica en Landerik, un restaurante que destaca por su enfoque en la cocina eslovena contemporánea con ingredientes locales de alta calidad. Además, ofrece una excelente selección de opciones vegetarianas, lo que lo convierte en una opción inclusiva para todo tipo de comensales. Probamos varios platos tradicionales reinterpretados con un toque moderno, acompañados de una selección de vinos eslovenos que realzaron aún más la experiencia. El ambiente elegante y el servicio atento hicieron que fuera el broche perfecto para nuestra estancia en Liubliana.

Día 4: Últimas horas en Liubliana y regreso a casa

El último día, aprovechamos para dar un último paseo por el casco antiguo y comprar algunos recuerdos. Visitamos tiendas como Skrbovc, especializada en artesanía local, y GUD Shop, que ofrece ropa y accesorios de diseño esloveno. Luego, nos dirigimos al aeropuerto para tomar nuestro vuelo de regreso, con escala en Frankfurt.

Al finalizar el viaje, nos quedamos con la sensación de haber descubierto un destino mágico, donde la historia, la cultura y la naturaleza se combinan de manera armoniosa. Liubliana resultó ser un destino perfecto para un viaje en familia, con una mezcla de tranquilidad, encanto y aventura que la hace única.

Consejos prácticos para viajar a Eslovenia

  • Para viajar a Eslovenia desde la Unión Europea no es necesario visado, solo el DNI o pasaporte en vigor.
  • La moneda oficial es el euro, por lo que no es necesario cambiar dinero si vienes de un país de la zona euro.
  • El idioma oficial es el esloveno, pero en la mayoría de los lugares turísticos se habla inglés con fluidez.
  • Es recomendable llevar ropa cómoda y calzado adecuado para caminar, especialmente si se planean excursiones al aire libre.
  • En invierno, las temperaturas pueden ser frías, por lo que se aconseja llevar ropa de abrigo.
  • Para conducir en Eslovenia, es obligatorio adquirir la viñeta (pegatina de peaje) si se va a circular por autopistas, aunque la mayoría de las empresas de alquiler de coches la incluyen.
  • Además, es conveniente contar con seguro de viaje que cubra posibles imprevistos médicos o cancelaciones.
  • Por último, Eslovenia es un país muy seguro, pero siempre es recomendable mantener las precauciones habituales al viajar.

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